El Alojamiento Rural
Vivienda Turística de Alojamiento Rural
Para llegar a Las Lomillas, no hay carteles que lo anuncien ni señales que nos conduzca a su puerta, y el camino forestal de acceso, llega sólo ahí. No es lugar de paso hacia ningún sitio... Eso, unido a su atractivo natural es lo que convierte a este rincón escondido en un lugar encantador para disfrutar de una estancia única.
La combinación del color blanco con la piedra de canchal y la madera natural se dan la mano tanto en el exterior como en el interior de la vivienda.
Paseando por la casa, la decoración sorprende por su mestizaje y su variedad de estilos, pero impronta de un espíritu claramente auténtico, funcional y campero donde la comodidad y la huida de lo complicado lo preside todo. Encontramos piezas vintage, muebles étnicos de importación junto a otros traídos de diferentes mercadillos de antigüedades y las recuperaciones hechas por los dueños, a partir de trastos viejos a los que conceder una segunda vida, así como objetos de rabioso diseño propio como las lámparas hechas con desmogues de ciervo y utensilios varios fabricados por artesanos locales, con corcho de los árboles de la propia finca.
Toda la decoración de Las Lomillas respira amor por la naturaleza, contando con obras gráficas y escultóricas de los mas afamados artistas y fotógrafos de naturaleza, muchas de las cuales están a disposición de los clientes que decidan adquirir copias o encargos personales.
La casa, con cuatro dormitorios dobles y cinco baños tiene capacidad para ocho personas, con zonas exteriores de barbacoa y horno de leña así como con piscina que crean un conjunto enorme belleza pues se abre a un embalse de fondo, apacible y tranquilo, donde sol y sombra se hacen guiños perturbados únicamente por las nubes o por los numerosos bandos de aves que nos visitan.
Pasar unos días en Las Lomillas, va a suponer una vuelta a los orígenes, el descanso de la ciudad y la paz de la naturaleza. Es volver a antaño y dejarse envolver por una atmósfera liviana, de aire puro y naturaleza, tan olvidada por muchos y tan añorada por otros. En un refugio para la calma como este, no es difícil que un escapada romántica, una estancia en familia, o una reunión de amigos acabe siendo una experiencia acogedora, relajante y auténtica muy difícil de olvidar.